Mejora tu Empresa con un Mapa de Capacidades de Negocio

Las tecnologías digitales están cambiando para siempre la forma en que vivimos y trabajamos, haciendo que muchas cosas en nuestra vida diaria sean más rápidas, fáciles y divertidas. Sin embargo, al mismo tiempo, plantean desafíos importantes para muchas organizaciones en todo el mundo.

El término que se usa a menudo en este contexto es digitalización, y la mejor manera de describirlo es como la transformación de productos, procesos, estructuras organizacionales y modelos de negocio, impulsada por las oportunidades tecnológicas actuales y emergentes. Teniendo en cuenta que este proceso de avance continuo ha llegado para quedarse, las empresas de todos los sectores deben estar preparadas para reaccionar con flexibilidad y adaptarse a entornos en constante cambio. Al fin y al cabo, todo es cuestión de agilidad.

Pero, ¿cómo puede realmente tener éxito una transformación completa de una organización? ¿Por dónde se comienza? ¿Implementamos nuevas tecnologías? ¿Desarrollamos nuevas habilidades de los empleados? ¿Comenzamos con la Optimización de Procesos de Negocio? ¿Digitalizamos productos? ¿Ofrecemos nuevas experiencias de cliente? ¿Cambiamos nuestra cultura corporativa?

Una cosa es segura: sin una base de planificación sólida, existe un alto riesgo de desviarse o perderse. Y aquí es donde entra en juego la gestión de capacidades.

Siga leyendo esta publicación para descubrir cómo las capacidades empresariales pueden influir en el éxito de sus iniciativas de transformación y cómo puede aprovecharlas para que su organización sobreviva y prospere a través de la disrupción digital.

Los principales responsables de la toma de decisiones deben conocer las palancas fundamentales en sus organizaciones. El punto de partida para la planificación de cualquier iniciativa de transformación debe ser la piedra angular de la empresa y su propuesta de valor.

Estos elementos se denominan capacidades. Las capacidades son los componentes básicos que permiten a una organización alcanzar sus objetivos empresariales. Las capacidades son, por lo tanto, las competencias críticas y los conocimientos técnicos que la organización necesita para seguir siendo exitosa.

En pocas palabras:

“Una capacidad representa lo que hace una organización.”

Y cuando las capacidades están bien definidas, forman una sólida columna vertebral para la empresa (ver la guía BIZBOK®).

Las capacidades están compuestas de varios elementos:

• Personas con funciones y competencias

• Procesos de negocio

• Datos

• Aplicaciones

• Tecnologías

Pero por ahora nos centraremos más en el nivel estratégico.

Para comprender qué capacidades deben desarrollarse y ampliar en el contexto de una transformación empresarial, primero se debe tener una buena visión general. Y el mejor lugar para comenzar es con un mapa de capacidades.

Como implica la palabra “mapa”, se trata de una representación visual de los elementos esenciales. Similar a la tabla periódica de elementos, que muestra los elementos químicos ordenados , el mapa de capacidades ayuda a comprender y comunicar los componentes que conforman las cadenas de valor de la organización.

Una comparación de un Mapa de capacidades empresariales con una tabla periódica

El mapa de capacidades, como tal, facilita un debate más amplio en torno a las capacidades de la organización. Sirve como un punto de referencia común para toda la empresa, reducido a lo esencial. Cuando se hace correctamente, un mapa de capacidades fomenta un lenguaje y una comprensión comunes sobre la organización y los cambios necesarios, entre sus partes interesadas. Actúa como un pilar clave en el modelo de negocio, la estrategia empresarial y el modelo operativo de la empresa.

Capacidades, Estrategia y Modelo de Negocio están interconectados

¿Suena demasiado bien para ser verdad? ¿Se pregunta cómo se ve esto realmente en la práctica? ¡Siga leyendo y descúbralo!

Han surgido varios patrones diferentes para la estructuración de un mapa de capacidades como una práctica común. Sin embargo, la forma en que organice su mapa de capacidades es de gran importancia.

Recuerde: el mapa de capacidades y su estructura representan los cimientos de su empresa y la forma en que debe ser percibida por sus compañeros y partes interesadas. Como tal, la mayoría de los mapas de capacidad tienden a construirse en torno a las cadenas de valor de la organización.

Un punto de partida para construir su mapa de capacidades empresariales

Normalmente, las capacidades se organizan en un orden jerárquico. En nuestro ejemplo anterior, se puede ver un mapa de capacidades en dos niveles. En principio, puede definir tantos niveles como quiera. Sin embargo, la recomendación de Buenas Prácticas es ceñirse a dos o tres niveles como máximo, para no perderse en detalles demasiado granulares.

Al igual que cualquier mapa normal, los diferentes aspectos de un mapa de capacidades se pueden resaltar siguiendo un esquema de colores. En la versión más básica, se pueden usar colores para representar el estado actual de la organización.

En base a esto, puede, por ejemplo, enfatizar las áreas que deben cambiarse para lograr sus objetivos estratégicos. Por lo general, esto se hace a través de los llamados mapas de calor. Las capacidades que requieren un alto grado de cambio se resaltan como «calientes» y aquellas que no requieren cambios se muestran como «frías». Alternativamente, también se puede utilizar un sistema de semáforo verde-amarillo-rojo.

Ejemplo de codificación de colores del mapa de capacidades empresariales para destacar las necesidades de mejora

Además, también se pueden usar mapas de calor para resaltar otros criterios y responder preguntas como: ¿Qué capacidades contribuyen a nuestra diferenciación en el mercado? ¿Dónde tenemos problemas de calidad de datos? ¿En qué áreas se deberían hacer más inversiones? ¿Dónde necesitamos más formación?

Esta última pregunta en particular muestra que todos en la organización pueden beneficiarse igualmente de un mapa de capacidades. Su departamento de recursos humanos, por ejemplo, también puede alinear sus programas de formación a sus capacidades.

Además de lo mencionado anteriormente, otro caso de uso importante para un mapa de capacidad se refiere a ellos como un marco organizativo. Por ejemplo, la cartera de aplicaciones de su organización también podría estructurarse de acuerdo con sus capacidades. De esta manera, tanto las inversiones en TI necesarias como las innecesarias resultan más transparentes.

Las capacidades y los mapas de capacidades promueven un lenguaje común en todas las unidades de negocio de la organización. El mapa de capacidades establece un vocabulario compartido entre las partes interesadas y, por lo tanto, también crea una visión común de los principales componentes básicos de la organización y su importancia.

Según su análisis de capacidad, las inversiones y las estrategias corporativas se pueden alinear de manera transparente y clara para todos. En ese caso, los potenciales de mejora y los riesgos también se identifican más fácilmente. Centrarse en las capacidades le ayuda a no perderse en los detalles, como los casos especiales en flujos de procesos o las deudas técnicas actuales durante la transformación.

Sin embargo, a pesar de su inmenso valor para su transformación general, todavía hay una cosa que debe tener en cuenta: los mapas de capacidades obligan a pensar de adentro hacia afuera. Por ese motivo, siempre es una buena idea combinar la gestión de la capacidad con otros enfoques establecidos. Aquí, los métodos de pensamiento de diseño como Business Model Canvas, DAFO, o PESTLEweb, ofrecen una buena manera de garantizar que también incorpore la «voz del cliente» en su planificación de transformación.

Consulte los materiales de apoyo a continuación y aprenda de primera mano cómo puede configurar su cartera de capacidades de manera eficiente, y no dude en ponerse en contacto con nosotros para dar un paso adelante en sus iniciativas de transformación.